El Acuerdo de París. La importancia de involucrarnos en temática de cambio climático.

El cambio climático no puede resolverse de manera aislada, dado que la atmósfera representa un bien común y las emisiones de carbono de algunos países afectan a otros. Los países más afectados por este problema son los que menos han contribuido al cambio climático, y a su vez los que tienen mayor nivel de pobreza y menor capacidad para adaptarse a estos cambios.

En este marco, se han intentado llevar a cabo gran cantidad de acuerdos internacionales para moderar y limitar el efecto invernadero. Al no existir una autoridad supranacional, las negociaciones están atravesadas por múltiples actores e intereses, dando lugar a un contexto complejo que se denomina Gobernanza Ambiental Global.

El Acuerdo de París es un tratado internacional sobre el cambio climático jurídicamente vinculante. Fue adoptado por 196 Partes en la COP21 en París, el 12 de diciembre de 2015 y entró en vigor el 4 de noviembre de 2016.

Su objetivo es limitar el calentamiento mundial a muy por debajo de 2, preferiblemente a 1,5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales.

Para alcanzar este objetivo de temperatura a largo plazo, los países se proponen alcanzar el máximo de las emisiones de gases de efecto invernadero lo antes posible para lograr un planeta con clima neutro para mediados de siglo.

El Acuerdo de París es un hito en el proceso multilateral del cambio climático porque, por primera vez, un acuerdo vinculante hace que todos los países se unan en una causa común para emprender esfuerzos ambiciosos para combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos.

La aplicación del Acuerdo de París requiere una transformación económica y social, basada en la mejor ciencia disponible.

México es parte de este acuerdo y se comprometió a: Garantizar la seguridad alimentaria y acceso al agua; reducir 50% el número de municipios vulnerables. Alcanzar en el 2030 una tasa de 0% de deforestación. Garantizar y monitorear el tratamiento de aguas residuales urbanas e industriales en asentamientos humanos mayores a 500 mil habitantes entre otras. Al día de hoy no se ha generado avances en los puntos anteriormente mencionados. México tendrá un pico de emisiones alrededor del año 2026.

La humanidad se enfrenta, no solo con la amenaza descomunal de un clima extremo e inestable. Particularmente México se enfrenta a un inevitable proceso de maduración interna en el que tendrá ineludiblemente que elegir entre la sostenibilidad o el mantenimiento del modelo socioeconómico que nos ha traído hasta aquí y que tan sombríos escenarios acarrea. Ambas cosas no son compatibles y cuanto antes aclaremos qué queremos realmente, antes podremos avanzar con firmeza hacia un mundo mejor.

Buenos días, buenas tardes y buenas noches.