Una vez que tienes definido el propósito de tu empresa, puedes preguntarte ¿Para quién es?.
Es imposible cambiar a todo el mundo.
Tu cambio y propósito deben ir dirigidos a un grupo de individuos.
Da igual si no son todos iguales, siempre podrás encontrar algunas características que tengan en común.
Si comparten creencias, objetivos, estilo de vida, demografía o psicografía.
Observa qué es lo que los hace distintos a los demás o similares entre ellos.
Cuando definas, ¿Para quién es tu servicio o producto?, comenzarán a abrirse las puertas de la cultura organizacional de tu empresa.
#umanoproject #culturaorganizacional