La Importancia del cobre y la falta de inversión en investigación

Hoy resulta imposible tener un mundo que no cuente con productos derivados de la minería. Hacia donde miremos vamos a encontrar minerales en alguna de sus formas y, si hablamos del cobre, su uso, como ya sabemos, se remonta a los orígenes de la civilización.

Proveniente de las extracciones está inmerso en nuestro día a día, aunque no nos demos cuenta, pues hoy, la mayor parte de los aparatos modernos, desde los teléfonos hasta las cámaras y computadoras, son fabricados con microchips que contienen aleaciones de cobre.

Está también presente en los autos, que contienen casi 20 kilos de cobre por unidad, y gracias a su alta conductividad está presente en múltiples aplicaciones de la vida moderna, y se le utiliza en la industria textil, también en hospitales y clínicas pues tiene un alto poder de desinfección. En el caso de los calcetines, por ejemplo, los de cobre, a diferencia de los normales, nos protegen contra hongos y bacterias.

El uso de los minerales hoy es cada día mayor, principalmente para cumplir con la demanda de productos de las nuevas tecnologías y del crecimiento económico mundial, lo que conlleva, naturalmente, un alza en su demanda.

Debido a esto es de vital importancia desarrollar esta actividad de forma inteligente utilizando todas las innovaciones que existan para poder frenar la contaminación que deviene de la actividad.

Al día de hoy no existen investigaciones profundas que nos permitan acceder como seres humanos a los minerales de forma que no contaminemos el ambiente. Los patrones de producción y consumo actuales generados por la industria (incluida la minería), el transporte, la agricultura y la urbanización, generan una presión creciente sobre el ambiente y las sociedades. La economía de los países desarrollados está tan arraigada en las demandas de energía y materiales que promueve la expansión de nuevas fronteras extractivas (Schandl et al., 2018). Esta expansión de las fronteras extractivas en América Latina contribuye al incremento de conflictos socio ambientales, vulneración de derechos e incluso violencia porque los recursos naturales se ubican generalmente en áreas históricamente habitadas por pueblos rurales o indígenas o áreas ecológicamente vulnerables (Svampa, 2019)

El cobre es probablemente la materia prima más crítica para que tendencias a largo plazo que pensamos que son positivas para la humanidad sean alcanzables. El cobre es imprescindible para el desarrollo de infraestructuras y para la modernización de los países emergentes en sus primeras fases de desarrollo que son muy intensivas en capital. También es clave para la urbanización del mundo y en especial de los países en vías de desarrollo. Y es imprescindible para la des carbonización progresiva de la economía mundial. La revolución del coche eléctrico y de las energías renovables, y su posterior almacenamiento, constituyen la “revolución eléctrica” que nos debería permitir reducir los niveles de contaminación en las grandes ciudades y aliviar el cambio climático.