La importancia de comprender culturalmente a las nuevas generaciones: MILLLENNNIALS Y CENTENNIALS

Para la mayoría de estudiosos, los millennials (o generación Y) tienen entre 22 y 36 años. Nacieron entre 1981 y 1995 al calor del pasado siglo y las creencias más tradicionales, pero también fueron testigos del desarrollo y la consolidación de las nuevas tecnologías que emplean como si fueran una extensión más de su cuerpo. Están incrustados entre lo viejo y lo nuevo. En pocos años representarán el 75 % de la fuerza laboral mundial, según la consultora internacional Deloitte.

La generación Z, también conocidos como centennials, desplazarán a los primeros en unas décadas como principales impulsores del consumo, de acuerdo con la firma de investigación de medios Kantar Ibope Media. Llegaron al mundo a partir de 1997 con un smartphone o tablet debajo del brazo y con una sobreexposición a la información y a la era digital jamás vista.

Los que nacieron antes y a comienzos del nuevo siglo cursan los primeros años de la carrera; los que lo hicieron en la primera década de 2000 se mantienen en el colegio y los más jóvenes están en los primeros años de jardín. Los millennials, en cambio, llevan años saltando de trabajo en trabajo, están experimentando lo que significa tener un primer empleo o a punto de empezar un pregrado.

La democratización de la información, la instantaneidad de las respuestas y la inmediatez en la forma de relacionarse con los otros han generado en ellos un compromiso mucho más férreo con los problemas sociales, medioambientales, políticos y económicos. 

Son llamados ciudadanos del mundo: con más oportunidades de viajar y conocer otras culturas, de relacionarse con personas muy diversas y de diferentes países gracias a las redes sociales y de adoptar una postura crítica ante los temas que les conmueven gracias a la inmediatez y accesibilidad a la información.

Una de las grandes incógnitas que enfrentan las corporaciones es cómo retener a estos jóvenes que no conciben atarse a un mismo trabajo toda la vida. Deloitte reveló que el 44 % de los millennials no dura más de dos años en sus empleos.

Los motivos de esta movilidad de la generación Y —la generación Z todavía no ha incursionado en el ámbito laboral— son varios: “La autorrealización es su máxima prioridad. Buscan su felicidad, que les reten y horarios flexibles para dedicarse a sus hobbies o para emprender.

Ahora bien ¿cómo adaptamos nuestras formas a estas generaciones? Un cambio cultural es inminente ya no se conciben que las viejas formas de producción se sostengas por muchos años más. La versatilidad y adaptabilidad de los contextos laborales deben ser llevados a otro nivel. Comprendiendo a las personas que componen cada una de las organizaciones, como se relacionan, como comprenden los objetivos empresariales a corto, mediano y largo plazo. Será de vital importancia construir lugares de trabajos más comprometidos con el entorno social, medio ambiental y, sobre todo, con visiones y misiones muy claros que logren inspirar y readaptarse constantemente.