El desafío de ser productivos sin destruir el planeta.

Caminar hacia una producción sustentable de alimentos es uno de los mayores retos que se enfrenta en todo el mundo, pues se deberá alimentar a 9 mil millones de personas que poblarán el planeta en 2050.

Si bien se calcula que aumentará la demanda de alimentos, piensos y fibras, en un 60%, datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), también apuntan que un tercio de todos los alimentos a nivel global se pierden o se desperdician.

De acuerdo con el mismo organismo, “para lograr un desarrollo sostenible, es indispensable que existan cambios fundamentales en la manera en que se producen, procesan, transportan y consumen los alimentos”.

Esa es la evidencia más significativa que muestra en qué medida la forma de producir y consumir alimentos cada vez ha generado una tendencia más insostenible con los ecosistemas y recursos naturales del planeta.

En la próxima década, para mantenernos en el límite de 2ºC del Acuerdo de París, el sector agroalimentario y forestal necesitará hacer frente a un gran desafío: por una parte, reducir en 1 GtCO2eq las emisiones anuales, y por otra, cubrir la demanda de alimentos de aproximadamente mil millones de personas más en 2030 que se sumarán a los actuales 7.500 millones de habitantes del planeta.

Es el sector que más emisiones de metano (CH4) y óxido nitroso (N2O) genera. Son dos gases que, en un horizonte de un siglo, tienen un potencial de calentamiento global 32 y 297 veces mayor que el de Dióxido de Carbono CO2. La digestión de los rumiantes, el tratamiento del estiércol, los terrenos inundados como los arrozales o el uso de fertilizantes nitrogenados son sus principales causantes. Por ejemplo, solo las emisiones de GEI procedentes de arrozales son similares a la del sector de la aviación.

Cabe destacar que los arrozales alimentan a la inmensa mayoría de la población mundial, mientras que la aviación comercial solo es utilizada por la fracción más rica. Hay una importante dimensión de justicia climática.

Ahora sabiendo todo esto nos encontramos ante un desafío muy grande ¿Cómo seguimos siendo productivos y obteniendo beneficios sin destruir el planeta? Primero comprender que cualquier inversión que hagamos en materia de sustentabilidad beneficiará directamente a nuestros hijos y nietos los verdaderos afectados por el cambio climático. Luego pensar que los alimentos son base fundamental de nuestra cultura mexicana entonces es muy importante, buscar alternativas tecnológicas tanto para hacer más sustentables y eficientes nuestros cultivos como para fomentar formas de consumo alternativas e innovadoras que nos permitan cuidar mejor al medio ambiente pensando que nosotros tenemos la oportunidad de dejarles a nuestras generaciones futuras un mundo más habitable.

Generar cambios en nuestra cultura es ser compasivos con nosotros mismos. El planeta se enfrenta a la crisis climática más importante de la historia, depende de nosotros evolucionar hacia la sostenibilidad y el consumo responsable. No se trata de abandonar nuestras costumbres solo se trata de crear un mundo donde todas las personas puedan disfrutar del planeta que tanto amamos.

Buenos días, buenas tardes y buenas noches.